EL SER HUMANO ACTUAL -PRODUCTOR CONSUMIDOR- (IX), por Eladio Chávarri filósofo [1952-2002] en estudio y comentario de Baldomero López Carrera, filósofo.
Entregas anteriores en nº 66, nº 67, nº 68, nº 69, nº 70, nº 71, nº 72 y nº 73
Durante el siglo XIX europeo, bastantes pensadores trataron de relegar los valores religiosos al ámbito de lo privado, lo más opuesto al papel que habían ejercido hasta entonces en el proceso de formación del ser humano. Pero, entrados ya en el XX y a lo largo del mismo se produce en realidad algo mucho más fuerte que esa simple relegación: la "sustitución”. Los valores biopsíquicos y económicos, desplazando a los religiosos –de ningún modo anulándolos–, se constituyen en núcleo de una nueva reorganización del contenido valorativo heredado. La tendencia hacia esta modalización biopsíquica-económica aparece en algunas regiones de Estados Unidos a principios del siglo pasado, se fortalece más y más a lo largo del mismo siglo y va extendiéndose a la vez que se produce la formación y consolidación de las sociedades ricas.
Las masas, contra los ilustrados pensadores, "prefirieron" seguir la humilde tendencia que acababa de nacer y que las arrastraba hacia la modalización biopsíquica-económica. La incipiente modalización les resultaba bastante más atrayente que la grandiosa realidad ideal de los grandes pensadores.
Observamos algunos signos
inequívocos de esta sustitución del modelo humano. La antigua URSS, en el año
1927, establece su primer plan de desarrollo, en el que se pretende elevar el
nivel de vida fundamentalmente biopsíquico y económico. Después de la Segunda
Guerra Mundial, desde el año 45 a la década de los 60, se proyectan y se
ejecutan planes análogos de desarrollo en las naciones europeas occidentales y
orientales y en no pocas del llamado Tercer Mundo. Así mismo, Europa, que nunca
ha podido llegar a unirse bajo la hegemonía de los valores religiosos,
establece su primera unión seria como Comunidad del Acero y del Carbón. Hoy se
denomina Unión Europea, pero todo el mundo entiende que realmente es Comunidad
Económica Europea. Por otra parte, la tan cacareada Globalización no tiene otro
contenido que la relación mundial únicamente de los valores económicos y
biopsíquicos. La Gran Crisis, que empezó hace más de una década y que aún
seguimos padeciendo (octubre de 2018), no se refiere precisamente a valores de
las dimensiones cognitiva, estética, ética, lúdica, religiosa y sociopolítica,
sino a la pésima gestión de valores biopsíquicos y económicos. Por último, las
masas que arriesgan su vida en sus penosas migraciones hacia los países ricos
lo hacen para conseguir valores biopsíquicos y económicos, no para gustar la
riqueza de otros valores.
(continuará)
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