Nuestras Lecturas: "Carta de una desconocida", por A.F.García
Stefan Zweig (1881-1942)
Nació en el seno de una opulenta familia judía lo que le permitió y obligó a vivir en distintos países de Europa y América. Es un intelectual pacifista y comprometido.
Escritor muy fecundo y en muchos, llegando a publicar 647 obras, seis de ellas en 1922, como el libro en cuestión. Entre ellos hay novelas, biografías, ensayos… Él mismo explica el ser polifacético y de tanto éxito:
...”el inesperado éxito de mis libros proviene, según creo, en última instancia de un vicio personal, a saber: que soy un lector impaciente y de mucho temperamento. Me irrita toda facundia, todo lo difuso y vagamente exaltado, lo ambiguo, lo innecesariamente morboso de una novela, de una biografía, de una exposición intelectual. Sólo un libro que se mantiene siempre, página tras página, sobre su nivel y que arrastra al lector hasta la última línea sin dejarle tomar aliento me proporciona un perfecto deleite. Nueve de cada diez libros que caen en mis manos los encuentro sobrecargados de descripciones superfluas, diálogos extensos y figuras secundarias inútiles que les quitan tensión y les restan dinamismo”.
De su pacifismo tenemos Jeremías, condenando la Primera Guerra Mundial.
De sus biografías quiero recordar “Castellio frente a Calvino, Conciencia frente a violencia”, tomando por centro a Miguel Servet, judío también, que opone la libertad de conciencia y amor cristiano entre los hombres de éste frente al fanatismo de Calvino:
"Matar a un hombre no
será nunca defender una doctrina, será siempre matar a un hombre."
Hace falta mucho ingenio para crear “Carta a una desconocida”, una novela corta en forma de carta a manos de una mujer en el momento de morir, de una tirada y con esa calidad imaginativa y literaria.
Una protagonista que se enamora locamente, siendo niña, de un vecino recién llegado, joven escritor, a quien sigue los pasos toda su vida, hasta tener un hijo suyo, sin que se entere hasta recibir la dicha carta.
Dos extremos de un romance que raya en lo inverosímil. Me pasó por la cabeza que su primera mujer, admiradora de sus trabajos, le hubiera servido de inspiración; pero resulta imposible porque ella es también escritora, le sobrevive, le dedica dos biografías y una sociedad para salvaguardarlos.
Zweig es un talento, un genio, un monstruo de la creatividad literaria en la que cultivó todos los géneros.
Nacido en Viena, ciudadano austrohúngaro y británico, no participó en la Primera Guerra como objetor. Vivió 20 años en Salzburgo. Se salvó del Nazismo que prohibió 15 de sus obras y quemó otras.
Considerado el mayor creador de
la época de su tiempo, no fue Premio Nobel. Como modesto lector me sumo a los
que declaran que Europa está en deuda con él.
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