Arte Religioso Moderno en la zona: El RETABLO DEL MONASTERIO DE SAN JOSÉ, por Paco Acosta
No se por qué razón, pero cuando
te invitan a asistir a una celebración religiosa en un monasterio de monjas, te
imaginas una capilla de reducidas dimensiones, con gran número de esculturas de
santos y hasta es posible que pienses en entrar en un ambiente oscuro.
No es este el caso de la Iglesia del monasterio de San José de las Carmelitas Descalzas, ubicado en Tallante-Valdelentisco, pedanías de Cartagena y cercano al Puerto de Mazarrón. Su Iglesia es amplia y luminosa, de unas líneas arquitectónicas modernas que dejan entrar abundantemente una luz natural cenital. En un primer momento sorprende no ver más imágenes que las de un espectacular retablo. Y ahora puedo decir que es suficiente, no hace falta nada más.
Una vez dentro no puedes evitar, al menos, la contemplación del retablo en su conjunto y detener la mirada en cada uno de los cuadros que lo forman, intentando descifrar su significado. Si eres creyente estas escenas te motivan a descubrir en ellas un recorrido evangélico, coherente. Desde la Anunciación, que se encuentra en la esquina inferior izquierda, hasta llegar a la Asunción de la Virgen, en la esquina superior derecha, vas pasando por la Natividad, el Bautismo de Jesús, la Transfiguración, la Entrada en Jerusalén, la Última cena, la Crucifixión, el Descenso a los infiernos, el Sepulcro vacío, la Ascensión y Pentecostés. Y en la zona central un Pantocrátor majestuoso, donde Jesús, rodeado de ángeles porta una leyenda que dice “Amad a vuestros enemigos. Vengo pronto”; y debajo una entrañable imagen familiar donde sentados a la mesa se encuentran Jesús, María y José, estando flanqueados, de pie a un lado a San Pedro, identificado por ser el portador de las llaves del reino, y al otro lado creo que es San Pablo, identificado por llevar un libro que representaría al más prolífico de los seguidores de Jesús.
Son doce cuadros pintados al estilo de iconos, con el predominio del dorado, con colores simples, poco matizados, con figuras que presentan una aparente rigidez, o incluso tristeza, y recuerdan a los antiguos iconos bizantinos. En el cuadro de la Transfiguración –el de la esquina inferior derecha- se tiene la firma del autor y la fecha, un escueto “KIKO 2018”.
Cuando finalizas esa mirada
global, e incluso después de haberte detenido en alguna de las escenas, caes en
la cuenta que esas representaciones “te suenan de algo”, que no es la primera
vez que has visto esas mismas imágenes y que si no son exactamente iguales, sí
que son muy parecidas. Al menos eso es lo que me pasó a mí…
Efectivamente, son las mismas pinturas murales con las que Kiko Argüello decoró el ábside de la Catedral de Madrid. Es decir responden a una tendencia artística actual en el arte y decoración de las iglesias “modernas”. Después, en casa, lo confirmé. Indagando un poco descubrí que estos mismos motivos, idénticos o con muy ligeras variaciones, Kiko Arguello los había repetido en un buen conjunto de iglesias y capillas, tanto en España como en el extranjero (Italia, Nicaragua, Israel...) La más próxima a “la nuestra” está en San Pedro del Pinatar, cuyo retablo contiene exactamente iguales esas mismas escenas, aunque con una diferente distribución.
Volviendo al contenido de las
escenas del retablo. Ya he comentado que son premeditadamente sencillas, es más
yo diría que deliberadamente se busca evitar la representación de cualquier
“elemento” que no esté directamente relacionado con el tema de cada escena. Así
que después de analizarlas con cierto detenimiento, a mí me han quedado sin
resolver algunas dudas…, que expongo a continuación.
Cuadro del Nacimiento:
¿Quién es ese personaje, el viejo con un grueso palo a modo de bastón, que parece enfrentarse con un San José meditabundo?
¿Qué representa esa vasija que está en la parte inferior?
Cuadro del Bautismo:
¿Qué significa el hacha insertada, no clavada, en ese tronco
retorcido?
Cuadro de la Dormición o Asunción de María:
¿Qué representa ese pequeño niño o figurita enfajada de lleva Jesús?
¿Qué sentido tienen el portavelas
con la vela apagada y el incensario, cuando en todos los cuadros hay una
escasez de elementos decorativos innecesarios?
¿Por qué en el manto y en la toca de María “dormida” ha desaparecido la estrella que lleva en todos los otros cuadros (Anunciación, Nacimiento, Crucifixión, Ascensión y Pentecostés)?
Escena central:
Sobre el Pantocrátor, aparecen
dos ángeles sujetando un gran lienzo que tiene en sus extremos a un lado el sol
y al otro la luna rodeados de estrellas y en el centro un “mueble” que para mí
quiere representar el arca de la alianza. Pues bien, ¿Porqué los dos ángeles
que sostienen ese lienzo no llevan “halo”?
Pantocrátor:
En el conjunto de figuras que entornan el Pantocrátor ¿Por qué la vara fina que portan los dos ángeles de los extremos termina en una pequeña bola redonda? Además son los únicos ángeles que llevan una vara (también lleva una vara fina, ésta sin bolita en la punta, el arcángel Gabriel, en el cuadro de la Anunciación). Podría ser que los arcángeles sean los únicos “alados” que portan una vara, pero en este caso las vestiduras de todos los ángeles de esta escena son muy similares, y de menos “porte” que la del arcángel Gabriel…
Cuadro de Pentecostés:
¿Quién es o qué representa ese “rey” -lleva corona- que aparece en el cenáculo el día de Pentecostés, y qué significa esa franja que parece presentar?
¿Qué quiere decir ese “rollo de
pergamino” que llevan en la mano 8 de los apóstoles?
Cuadro del Sepulcro vacío:
¿Cuál de las tres mujeres es la única que lleva “halo”? Según el relato de los evangelios, María Magdalena, María la de Santiago y Salomé fueron las tres que encontraron el sepulcro vacío. Parece ser que la del halo debe ser Santa María Magdalena… Ahora bien, también se habla de Santa María Salomé….
¿Por qué el ángel tiene las alas
“alborotadas” (es el único ángel en tierra, -en todos los cuadros- que las
tiene así, el resto las tiene “en reposo”)?
Cuadro del Descenso a los infiernos:
¿Qué tres reyes coronados aparecen con “halo” a la izquierda de Jesús? “Descendió a los infiernos” son palabras del Credo. En el Catecismo antiguo se decía algo así como “para sacar a los santos que esperaban su advenimiento”. Cuando Jesús muere, desciende al infierno y lleva consigo al cielo a todos los que creyeron. Uno de estos reyes podría identificarlo con el Santo Rey David. Y los otros dos, ¿Quiénes son? Además uno de ellos lleva una corona muy diferente…
Cuadro de la Transfiguración:
¿Cuál de los tres apóstoles es el
que no lleva “halo” o “aura”, y además está caído, tapándose los ojos? Según el
relato evangélico, los apóstoles que acompañaron a Jesús al Monte Tabor donde
se produjo la Transfiguración fueron Pedro, Santiago y Juan. En la escena de
Kiko Argüello me parece reconocer los rasgos de Pedro y de Juan en los dos
apóstoles que llevan “halo”, por lo que el tercero debe ser Santiago. Pero ¿Por
qué no lleva halo? ¿Por qué está caído de espaldas y tapándose los ojos?
Creo haber trasmitido a los
lectores un interés por ver “en vivo” este retablo. Los creyentes tienen la
oportunidad de reflexionar y profundizar en los misterios de la fe. Los no
creyentes pueden contemplar en los cuadros una muestra del arte religioso
moderno. Desde luego el retablo propone un recorrido evangélico, te puede
ayudar a rezar, al igual que en su momento lo pretendían las imágenes
esculpidas que abundan en las recargadas iglesias barrocas, las vidrieras
góticas o las pinturas murales de los entrañables ábsides románicos.
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