Valores, por A.F.García
Estos renglones son una reflexión de un aficionado;
no son un ensayo, un dogma, una enseñanza magistral. Se hace a partir de pensadores
y escritores de indiscutible autoridad moral, filosófica, religiosa y científica
en la historia de la humanidad.
Se habla mucho de valores, valores democráticos, humanismo
cristiano, valores morales, valores cristianos, sobre todo por boca de dirigentes
políticos y religiosos. No pretendo aquí hablar de valores económicos o de valentía.
HAMMURABI (1722-1686)
Ley 149: “Si esta mujer no consiente habitar en casa de su marido, le será devuelto
el serictu (dote) que había aportado de casa del padre, y se irá”.
Casi 4000 años después, esta ley de ese rey y legislador
de Babilonia no la cumplen no pocos ciudadanos de nuestro país, sin que sea el único
ni el peor. Aún no reconocen el derecho de la mujer como persona a poder irse de
su lado si lo desea. Se está asesinando a más de una por semana, porque un varón
no acepta su derecho como persona a decidir libremente el seguir, o no, en pareja.
SOLÓN DE ATENAS (640 a.C.-558 a.C.) Legislador griego
“La sociedad está bien ordenada cuando los ciudadanos
obedecen a los magistrados, y los magistrados a las leyes”.
CLÍSTENES (570 a.C.-507 a.C.)
Establece la isonomía -igualdad ante la ley-. No puedo
asegurar que incluya a las mujeres, sino a las familias. Sin embargo, no resta importancia
a la labor de ambos líderes y legisladores, pues sentaron dos principios básicos
de una democracia. Aun hoy existen algunos países que no lo tiene establecido y
en la mayoría de los que se definen como democráticos su aplicación deja mucho que
desear…
BIBLIA
“Por tanto, todo cuanto queráis que os hagan los
hombres, hacédselo también vosotros a ellos; porque ésta es la Ley y los Profetas”
(Mt. 7.12).
“No juzguéis para que no seáis juzgados. Porque
con el juicio con que juzguéis seréis juzgados, y con la medida con que midáis se
os medirá” (Mt.7. 1-2).
“Venid a mí todos los que estáis cargados y sobrecargados,
y yo os daré descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí que soy manso
y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas, porque mi yugo es
suave y mi carga ligera” (Mt.11.28-30).
SÉNECA (4 a.C.-65 d.C.)
“Trata a tu inferior como
quieras ser tratado por tu superior”.
“La recompensa de una buena
acción es haberla hecho”.
¿No nos parece de auténtica
y elevada moral, cercana al mensaje evangélico?
ERASMO DE ROTERDAM (1466-1536)
“La paz más desventajosa es mejor que la guerra más
justa”.
“Para el hombre dichoso todos los países son su patria”.
“La felicidad consiste, principalmente, en conformarse
con la suerte; es querer ser lo que uno es”.
“En el estudio no existe la saciedad”.
Este gran humanista holandés,
representa como ningún otro el auténtico humanismo cristiano y tuvo mucha proyección
en su época en nuestro país.
Aún hoy ¿quién no ha oído
hablar de las “becas erasmus?
FRANCISCO DE VITORIA (1483-1546)
“Lo que las leyes no prohíben,
puede prohibirlo la honestidad”.
“El hombre honrado es el
que mide su derecho por su deber”.
Su labor jurídica inició las bases de “los derechos
humanos”. Cuestionó por primera vez el derecho de un pueblo a dominar a otro.
MONTESQUIEU (1689-1755)
“La libertad consiste en
poder hacer lo que se debe hacer”.
“Yo soy ciudadano del mundo
antes que francés”.
Esta afirmación puede tener más de un sentido; pero,
en el contexto en el que este autor lo dice es el de preferencia, lo que compartimos
no pocas personas con cierta libertad de pensamiento.
Por mi parte, no me siento menos español que los demás,
por más ultrapatriotas que se muestren; pero soy y me siento básicamente ciudadano
del mundo. Hubo épocas, especialmente en el siglo XIX, que los nacionalismos tenían
un sentido, la emancipación de pueblos oprimidos. Hoy, en muchos casos, no en todos
lamentablemente, me parece que no tiene sentido.
En nuestro país, sea del signo que sea, resulta anacronismo
ridículo. Ni la mayoría de los ciudadanos comparten ese nacionalismo radical agresivo
en el Estado Español ni en las Comunidades Autónomas que lo reclaman, aunque inadecuadamente,
en base a “los derechos humanos”.
Estas dos frases son propias de un gran ilustrado,
como lo fue el barón de Montesquieu, Charles Louis de Secondat. Esta corriente del
pensamiento, nacida en siglo XVIII en Francia, se extendió por casi toda Europa
y América.
El buen sentido de la primera frase es desconocido
por no pocos ciudadanos, incluso con estudios académicos o entre dedicados a la
enseñanza.
GOETHE (1749-1832)
“El único hombre que no
se equivoca es el que nunca hace nada”.
"Es peligroso aquel
que no tiene nada que perder”.
EINSTEIN (1879-1955)
“El amor es mejor maestro
que el deber”.
“Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor,
la electricidad y la energía atómica: la voluntad”.
“No es posible
mantener la paz usando la fuerza; que sólo se puede lograr mediante la comprensión”.
“La búsqueda de la verdad y la belleza es una actividad
que nos permite seguir siendo niños toda la vida”.
“Lo que es correcto no siempre es popular y lo que
es popular no siempre es correcto”.
TERESA DE CALCUTA (1910-1997)
“Vive sencillamente para que otros puedan simplemente
vivir”.
“En el amor es donde la paz se encuentra”.
“El trabajo sin amor es esclavitud”.
“No siempre podemos hacer grandes cosas, pero siempre
podemos dar algo de nosotros mismos”.
“La paz comienza con una sonrisa”.
“Muchas veces basta una palabra, una mirada, un
gesto, para llenar el corazón del que amamos”.
¿No nos parecen estas frases
o pensamientos de auténtico humanismo cristiano?
Estos son los personajes que he seleccionado y pudieran
ser mucho más. Soy consciente de ello, pero los considero una muestra suficiente
y variada para hacernos una idea de lo que suponen esos valores, que tanto oímos
mencionar y en no pocas ocasiones haciéndonos dudar de que tal uso o utilización
se haga adecuadamente y con suficiente conocimiento de su auténtico significado,
sobre todo a lo que se tiende a aplicar.
Lógicamente, para completar información he hecho uso
del google chrome, que resulta nuestra enciclopedia de consulta más practicable.