lunes, 22 de julio de 2024

ECO.79 LAS FOTOS (I)

LAS FOTOS (I), por "Sienso"

 

Por diferentes circunstancias y avatares de la vida, a lo largo del tiempo, y con varias décadas de diferencia entre algunas de ellas, fueron siguiendo su peregrinación particular utilizando diferentes formas y medios.

En este tiempo a veces escaso y otras más largo o incluso larguísimo, embaladas en cajas de cartón las que estaban enmarcadas, habían sido expuestas sobre algún mueble o colgadas en alguna pared de alguna estancia de alguna casa dependiendo a quien representaba; otras metidas en una de las típicas cajas metálicas de galletas o directamente en la cartera del novio, esposo o simplemente del padre. Había pasado el tiempo; meses, años, décadas e incluso espacios de tiempo superiores, cada una en su sitio esperando que el azar se dignara a hacerlas visibles.

Como no hay mal que cien años dure, llegó el momento y después de varias semanas de finalizar la última mudanza, una mañana les llegó la hora. Llegó el momento de abrir la gran caja metálica y empezando por las más pequeñas, primero en ojeada rápida y después más detenidamente, una a una fueron observadas detenidamente y sin prisa y clasificadas según criterios como la época a que pertenecían, personas que aparecían u otras características.





Finalmente se fueron agrupando por la época en las que fueron hechas, desde las más antiguas hasta las más modernas.

 Pero llegó el momento en que se detuvo el paso del tiempo y dejaron de aparecer imágenes nuevas. Claramente el parón se debió a la aparición de los teléfonos móviles con cámara; a partir de ese momento se hacían muchísimas fotos, cada vez más, pero, casi de repente, dejaron de imprimirse y, como no, cambió el lugar donde guardarse. Ahora pasaban a estar en la galería y, muy pronto, apareció la palabra "nube", aquel sinónimo que, sobre todo los más mayores, no podíamos dejar de asociar con aquel fenómeno atmosférico que solía ir acompañado de lluvia y, algunas veces, con relámpagos y truenos. Nos costaba creer que aquellas fotos hechas en algún viaje, paseo o en una sencilla reunión, habían cambiado la galería y, muchísimo antes, la antigua caja de chocolate por un espacio supuestamente sideral. Pero, como ocurre con todo, ese nuevo concepto fue aceptándose hasta por las mentes más cerradas y hoy todos, o casi todos, saben aliviar la tan usada "galería" y buscar un huequecito en el supuestamente tremendo e infinito espacio que nunca se agota, aunque nunca se sabe, porque todo tiene fin y al ritmo de... 4 fotos y 150 más, todo puede pasar. ¡¡¡Qué barbaridad!!!

 

(continuará)

 



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