Música, por favor: "Exodus" y el atentado contra Bob Marley (I), por José Rodríguez Millán
Bob Marley, intérprete de
música reggae de fama mundial, ya era una figura en Jamaica en los años 70. Con
su tercer disco, “Natty Dread”, empezó a hacerse muy conocido internacionalmente.
Ni Marley, la figura más famosa de Jamaica, se escapó en 1976 de un intento de
asesinato en su casa de Kingston, del que salió herido de bala y vivo de
milagro.
Jamaica siempre ha sido un país
muy violento desde su independencia en 1962. Las personas que veranean en las
playas jamaicanas como Ocho Ríos o Montego Bay no se enteran de nada, pero la
vida fuera de los ghettos turísticos es durísima. A la capital, Kingston, los
jamaicanos la llaman la ciudad más maldita de toda la cristiandad («the
wickedest city in christiandom»).
Desde 1962 hasta hoy mismo se
alternan en el poder el JLP (Jamaican Labour Party) y el PNP (People’s National
Party). En la década de los 70, El JLP estaba liderado por Edward Seaga,
jamaicano nacido en Estados Unidos y educado en Harvard. El PNP estaba liderado
por Michael Manley, presidente de
Jamaica desde marzo de 1972 hasta octubre de 1980. EL PNP era más izquierdista y afín a la
Cuba de Fidel Castro. En los 70, Jamaica experimentó una escalada
significativa de la violencia política que Michael Manley atribuyó a una
campaña de desestabilización encubierta: culpó a los norteamericanos de enviar
armas y dinero al JLP de Seaga. Los partidarios de Seaga respondieron diciendo
que Castro entrenaba a las bandas que apoyaban a Manley y su gobierno. Los
enfrentamientos entre bandas y los asesinatos eran tanto de origen criminal
como político; un avispero que afectaba a todos los jamaicanos.
Bob Marley estaba infinitamente
más interesado en la religión rasta que en el juego partidista, aunque mostraba
más cercanía al izquierdista PNP. Su
simpatía por el PNP y su posible conocimiento
de algunos trapos sucios de los partidos y del hampa pudo haberle convertido en
un objetivo. El 3 de diciembre de 1976,
tres asesinos irrumpieron en su mansión de Kingston y le tirotearon. Sólo le
hirieron en un hombro, quizá porque su manager, Don Taylor, también herido en
el atentado, lanzó al suelo a Marley durante los disparos. Ninguna
investigación oficial descubrió a los pistoleros ni a los responsables del
atentado.
Fue inmediatamente ingresado en un
hospital, en el que fue visitado por el primer ministro Michael Manley, entre
muchos otros, para interesarse por su salud. Poco después del tiroteo, Bob Marley
participaba con el hombro vendado en un concierto multitudinario anunciado
antes del atentado denominado “Smile Jamaica”, para alegría de
sus fans. Pero su vida seguía corriendo peligro en Jamaica. Inmediatamente tras
ese concierto, un avión enviado por Chris Blackwell, el jefe de su compañía
discográfica Island Records, lo llevó hacia su exilio en Londres con escala en
Nassau (Bahamas), donde estuvo algunos días descansando.
En Nassau no se le veía asustado.
Las autoridades de Bahamas le preguntaron si quería declararse como refugiado
político, a lo que él respondió que sólo era un turista. Su grupo, The
Wailers, se desplazó muy pronto a Nassau para acompañarle junto a muchas
personas de su entorno, entre los que, además de su esposa Rita, estaba Cindy
Breakspeare, jamaicana reciente nombrada Miss Mundo y también su romance del
momento. Marley no hablaba demasiado, seguramente dándole vueltas a lo que le
había pasado y a quien podía haber querido matarle. Aunque no pudo ver a los
que asaltaron su casa, quizá sabía quién estaba detrás de su intento de
asesinato. Pero la prueba de que no estaba nervioso es que en Nassau empezó a
componer algunas de las canciones que más tarde saldrían en sus discos “Exodus”
y “Kaya”, canciones que no estaban marcadas precisamente por la
proximidad de la muerte.
(continuará)
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