Afición al riesgo ¿Hasta dónde?, por A.F.García
Siempre ha habido cierta inclinación al
riesgo entre los jóvenes, desde el principio de la existencia racional humana.
Así lo demuestran los restos arqueológicos de las distintas culturas.
Su origen tal vez pueda verse más como una autoafirmación ante sí mismo y ante los demás. Desde ese punto se ve más asociado a sentirse joven que serlo realmente por los años. Quien esto escribe, recién llegado a este Bello Rincón, disfrutaba realizando cosas propias de jóvenes: bañarse todo el año, caminar por senderos difíciles o a campo través… Esto le hacía a uno sentirse bien, capacitado, útil… En el sector sanitario hay una tendencia general, sobre todo en quienes nos atienden a los mayores, a fomentar estas actitudes.
En todas las culturas, antes de los deportes tradicionales y los modernos, las personas jóvenes realizaban ejercicios físicos básicos. Los más generales serían la caza, la pesca, que también servía de entrenamiento bélico. El hecho de que esto fuera general entre los varones y en mucha menor escala entre las mujeres considero que se debía a criterios sociales, desde luego muy rígidos, según perviven en algunos países.
Uno ve riesgo en muchas acciones de las
personas de generaciones, siglos y épocas pasadas, acciones que podíamos
calificar de audaces. Pero no puedo calificar de audaz un botellón, una noche
de discoteca..., que me parece efecto de la debilidad de grupo. Hasta el grado
de poner conscientemente en peligro su propia vida y la muchos de sus seres más
cercanos. En todo caso, ¿es racional sustituir o anteponer unas horas de
supuesta satisfacción a unas semanas de aislamiento?
Otros riesgos desproporcionados, irracionales
van apareciendo, sin que les vea otro sentido que un ridículo afán de
notoriedad: lanzarse a una piscina, un río, al mar sin saber previamente la
altura y profundidad, fiestas de borrachera, algunos selfies…
La vida es el bien más preciado del ser
humano y lo es, también, de todo ser viviente. Es el bien primigenio. ¿Acaso
estas personas desconocen, no son conscientes de que la vida es el bien
primigenio, más importante de todo ser vivo, sin el cual le sobran todos los
demás? ¿Es justo y racional jugárselo tan ligeramente?
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