Carta a Dominique Raynaud, por A.F.García
Estimados Dominique, Nina, Elisabeth y Alain:
Nos acordamos mucho de vosotros y
os echamos mucho de menos: vuestra grata compañía, los muy positivos
encuentros, la generosa colaboración en múltiples aspectos, sobre todo la
de Dominique en el Cambio Climático: ha sembrado y su semilla va
creciendo. A día de hoy estoy convencido de que la mayor parte de las personas
del entorno están persuadidas de la necesidad de tomar medidas y avanzan en
ellas, aunque el ritmo no alcance todo lo deseable.
En nuestra asamblea anual,
celebrada el pasado 16 de diciembre, hemos acordado seguir dedicando un
mínimo de una página en cada número de nuestra publicación, difundiendo la
información que nos llegue y propugnando el esfuerzo individual y colectivo
en pro de la reducción del CO2, el calentamiento y la contaminación general.
Somos conscientes, sin embargo, de que el avance se ralentizará mientras no
colaboremos todos los países, todas las instituciones y todas las personas.
La guerra entre Rusia y Ucrania
es de lo dramático y triste, que no sólo afecta y perjudica a estos dos países
hermanos, sino a todo el mundo; genera odio entre los ciudadanos de los dos
países, que necesitará más de una generación para superarse.
Visto desde un país un poco más
distante como España y de un ciudadano medianamente informado como yo, quien ha
atacado e invadido ha sido Rusia. Además de lo trágico de toda guerra, el
destruir las infraestructuras de manera sistemática, sobre todo el
abastecimiento de agua y energía eléctrica es de lo más cruel en derechos
humanos.
Siento y comparto el lógico
sufrimiento de un alma grande, pacífica y sensible como la de Dominique; una de
las almas más grandes que he conocido en mis 82 años de vida.
Para él, para vosotros cuatro y
vuestros allegados vaya todo mi afecto, apoyo y comprensión y el de toda esta
Asociación, que a pesar de mi debilidad y limitaciones, tengo el honor de
presidir.
Con nuestro afecto, apoyo y comprensión
en esta dolorosa situación
Antonio Fernández García,
en nombre de la Asociación
Recreativa, Deportivo y Cultural Torre de Santa Elena, que ha tenido
y sigue teniendo el honor de teneros entre nosotros como miembros muy
apreciados y queridos.
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