El Almirante Wilhelm Canaris: su vida e influencia en los destinos de España y Alemania (II), por Kurt Schleicher
(Continuación)
POSTGUERRA. PERIODO
"OSCURO" ENTRE 1918 Y 1923.
Canaris era un anticomunista convencido, por lo que se sintió llamado a hacer frente a la revolución comunista que se estaba gestando en Alemania al terminar la guerra. Llegó a ser colaborador del Reichswehrminister Gustav Noske. Se unió a las Freikorps bajo las órdenes de Waldemar Pabst (quien ordenó el asesinato del grupo comunista “Espartaquista” de Rosa Luxembourg y Karl Liebknecht) y al que después defendió en un juicio, siendo “arte y parte” como juez en la corte marcial. Ayudó a escapar a uno de los acusados (el oficial Kurt Vogel), de lo que se le acusó más tarde.
Se casó en 1919 con Erika Waag y tuvo dos hijas (nacidas en 1923 y 1926)
Participó en el Kapp - Putsch de corte militar en marzo de 1920 contra el gobierno alemán, que falló, pero se libró de que le condenaran (no pudieron probarlo).
Apoyó también al grupo radical antigubernamental OC, quien organizó los asesinatos de los destacados políticos Erzberger y Rathenau en 1921 y 1922 respectivamente. Estuvo en la cárcel, pero fue liberado rápidamente por falta de pruebas.
Junio 1923: se le nombra primer oficial en el buque escuela “Berlín”. Allí conoció al entonces cadete Reinhard Heydrich y entabló amistad con él; ambos se enfrentaron más adelante al futuro ministro de marina Raeder por causas diferentes.
1924 - 1925:
Fué ascendido a Korvettenkapitän
(Capitán de Corbeta).
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Canaris, en 1924, de Capitán |
Fue transferido a
labores administrativas, que no le gustaban. Sus superiores pensaron que sería
más útil, dada su experiencia, en colaborar para rearmar en secreto la
Marina alemana a espaldas de los Tratados de Versalles. Dada su
experiencia en labores de Inteligencia, el almirante Von Trotha le encargó
investigar posibilidades para ello en otros países.
En enero de 1925 fue enviado a España
para desarrollar una fábrica de torpedos y después un submarino con planos
alemanes, para lo que contó con la colaboración de su viejo amigo el magnate y
armador Horacio Echevarrieta, el “Randolph Hearst español”, a la
vez que tuvo ocasión de renovar sus contactos de la época de la 1ª Guerra
Mundial en España, formando de nuevo una red de información. Extendió sus
tentáculos con los generales de Primo de Rivera: Martínez Campos, Martínez
Anido, Kindelán y Vigón, entre otros.
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Wilhelm Canaris, Horacio Echevarrieta y Walter Lohmann, en 1925 |
1925 -1928.
Organiza en España la
construcción del submarino bajo financiación alemana, con la ayuda de Walter
Lohmann. La fabricación se desarrolló en los Astilleros de Cádiz, propiedad de
Echevarrieta.
18 de agosto de 1926: organiza una visita a Santander al palacio de verano de la Magdalena (lugar de veraneo del rey Alfonso XIII), donde consigue en reunión “secreta” la aceptación real para el desarrollo de la fábrica de torpedos y de submarinos en los astilleros de Cádiz, “en teoría solamente para España”. El encargo oficial se hizo el 13 de mayo de 1928, mediante un convenio para fabricar 6 submarinos a 11 millones de ptas. cada uno, pero no se hizo contrato (Echevarrieta era amigo personal del rey, pese a ser republicano y pensó que no sería necesario). La Marina Española en Cartagena estaba muy interesada en el submarino. Los valedores eran el propio Rey Alfonso XIII y el dictador Primo de Rivera.
El submarino E-1 fue el
más moderno en su época. Los requisitos fueron:
• Velocidad
en superficie: > 16 nudos,
• Velocidad
de inmersión: > 18 nudos,
• Alcance:
> 6000 mn.,
• Tiempo
de inmersión: < 50 sg.
• Tiempo
de emersión: < 2 min.
El E-1 los cumplió todos, menos el de la velocidad de inmersión (que tampoco fue capaz de cumplir ningún otro submarino en mucho tiempo). Desplazaba 750 T, tenía 6 tubos lanzatorpedos y un cañón de 105 mm.
1928: Se destapa en Alemania
el escándalo de la financiación secreta de armamento por parte de la Reichsmarine,
lo que llevó a la dimisión del Reichswehrminister Otto Gessler en enero
de ese año (y la desaparición ulterior, por tanto, del financiero
Lohmann). En septiembre, el almirante
Zenker, jefe de Canaris, le ordenó que dejara todos los trabajos de
Inteligencia en España de forma inmediata y que se incorporase como oficial al acorazado
“Schlesien”, cosa que hizo en octubre de 1928. Al almirante Zenker
también le salpicó el escándalo y fué reemplazado por el almirante Raeder,
quien confirmó esta orden.
Los trabajos para la
fabricación del submarino continuaron, sin embargo, y el submarino fue botado
con la presencia del rey Alfonso XIII el 27 octubre de 1930 con un retraso
acumulado de 8 meses (los alemanes se habían marchado dejando solo a
Echevarrieta).
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Botadura del E-1 el 27 de octubre de 1930 con la presencia de Alfonso XIII |
Tras el exilio de Primo
de Rivera y el de Alfonso XIII en 1931, la II República no quiso saber nada de
submarinos, por lo que Echevarrieta se quedó compuesto y sin novias… y España
sin excelentes submarinos. ¡Quién iba a pensar que en un plazo tan corto
desaparecerían los dos valedores de Echevarrieta y que la subsiguiente
República se desentendiera del submarino! Es increíble que se repitiera la
misma historia que con el submarino Isaac Peral… ¿Es que en España había
alergia a los submarinos? ¡Qué ocasión para que la Marina Española hubiera
podido disponer de los mejores submarinos del mundo y encima de fabricación
española!
Periodo 1928 -1935.
Canaris continúa a bordo del “Schlesien”;
en 1930 se le nombra capitán del viejo acorazado, de los pocos que se
permitió mantener a Alemania tras los tratados de Versalles. En mayo de 1933
contacta por primera vez con Hitler (quien llevaba de Canciller tres meses,
desde el 30 de enero de 1933) durante una visita de éste al buque, fondeado en
el puerto de Kiel.
Jefe de la Abwehr
En 1935, debido a que el jefe
de la Abwehr, Konrad Patzig, estaba hasta las narices de las
interferencias con las SS de Himmler y Heydrich por “duplicidad de funciones” y
que conocía bien la larga experiencia de Canaris en Inteligencia, le
propone como su sucesor. El almirante Raeder no está de acuerdo y se niega en
principio.
Canaris se aprovecha de su
amistad con Heydrich (llegaron a ser vecinos y las señoras respectivas se
hicieron amigas) y su mutua antipatía por Raeder sirvió para limar asperezas y
resolver el contencioso con las SS, convenciendo también a Himmler para evitar
las mencionadas duplicidades a favor de la Abwehr.
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Canaris y Heydrich |
En enero de 1935 fue
nombrado jefe de la Abwehr, el Servicio de Inteligencia alemán.
El 1 de mayo de 1935 fue
ascendido a Contraalmirante.
1935 – 1938.
Canaris expande la Abwehr
de forma notoria, pasando de 50 miembros existentes en 1934 a más de mil (años
más tarde llegaron a ser trece mil), reorganizando su ya existente red de
contactos en países aliados y simpatizantes, e incluso formó una red de
espionaje en Inglaterra y Francia.
Entabla relación con
Hitler y llegan incluso a simpatizar (les unía su común aversión al comunismo).
“Con este tío se puede hablar”, dijo Canaris en una ocasión por
entonces, aunque nunca llegó a afiliarse al partido nazi (algo realmente muy
curioso, siendo el jefe de la Abwehr…)
A Hitler siempre le
subyugó Canaris, por su don de gentes, sus dotes diplomáticas, su clara
capacidad de diagnóstico en caso de problemas y porque no se fiaba de sus
generales, pero de Canaris sí (¡!). Se acostumbró a consultarle en
muchas cosas, aunque le tenía por un pesimista impenitente.
El periodo de “fervor” de Canaris por Hitler acabó a principios de 1938 por varios motivos:
- Canaris estaba en contra de que Alemania pudiera entrar en guerra (estaba convencido de que no la ganaría si estallaba).
- La forma de quitar de en medio a sus amigos los generales Blomberg y Fritsch por las SS y por Hitler, forzando su dimisión arteramente.
- La para él inaceptable forma de proceder de las SS y de la Gestapo, bendecida por Hitler.
(continuará)
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