Las 12 Estrellas de la Bandera Europea, por Paco Acosta
¿No son 27 los estados de la Unión Europea? Entonces, ¿por qué la bandera de Europa tiene sólo 12
estrellas?
La bandera de Europa, con su
distintivo fondo azul y las doce estrellas doradas en círculo, es un símbolo
poderoso que representa la unidad y la identidad europea. Adoptada oficialmente
por el Consejo de Europa en 1955, esta bandera ha llegado a ser un emblema no
solo del Consejo, sino también de la Unión Europea (UE) y de los valores que
ambas instituciones promueven.
Diseño y Significado de las Estrellas
El diseño de la bandera se
inspira en la herencia cultural y política de Europa. Las doce estrellas no
representan a los países miembros, sino que simbolizan la perfección, la
plenitud y la armonía. El número doce -de hecho, en el momento de su adopción,
el Consejo de Europa contaba con menos de 12 miembros- ha sido históricamente
asociado con conceptos de totalidad y completitud; por ejemplo, hay doce meses
en un año y doce signos del zodiaco. Esta elección subraya la idea de que
Europa es un continente diverso pero unido.
Las estrellas están dispuestas
en un círculo, lo que refuerza el mensaje de unidad entre las naciones
europeas. Este círculo también puede interpretarse como un símbolo de igualdad,
donde cada estrella tiene el mismo tamaño y valor, representando así a todos
los estados miembros sin jerarquías. La disposición circular sugiere además
continuidad y eternidad, reflejando el deseo de paz y cooperación duradera
entre los pueblos europeos.
Estos dos párrafos anteriores en
cursiva sintetizan “lo más divulgado” al respecto del número de
estrellas y al porqué de su número, doce.
Sin embargo, existe otra
interpretación, más simple y de profunda raigambre histórica. Y puede encontrarse
reflejada en la primera frase “El diseño de la bandera se inspira en la
herencia cultural de Europa”.
Aunque la bandera no tiene
connotaciones religiosas oficiales, muchos estudiosos interpretan que las
doce estrellas están influenciadas por la iconografía mariana, como la
corona de estrellas que rodea a la Virgen María en muchas representaciones
artísticas. Este detalle puede haber tenido un impacto en el diseño, dado que
muchos de los creadores originales eran conscientes de estas tradiciones
culturales. No hay que olvidar, tampoco, que el 12, también es un número con
pleno sentido religioso: 12 tribus de Israel, o los 12 apóstoles de Jesús….
La relación entre la iconografía
mariana y las doce estrellas de la bandera de Europa es un tema fascinante que
mezcla tradición religiosa, cultura artística e historia europea.
La corona de doce estrellas en el arte mariano
En la iconografía cristiana, la
imagen de la Virgen María a menudo incluye una corona de doce estrellas, un
elemento basado en un pasaje bíblico del Apocalipsis (12:1): “Apareció en el
cielo una gran señal: una mujer vestida del sol, con la luna bajo sus pies, y
en su cabeza una corona de doce estrellas”. Esta representación se ha
interpretado a lo largo de los siglos como un símbolo de pureza, perfección y
majestad divina, atributos asociados con María.

María (1535); Iglesia de San Miguel Arcángel de Sot de Ferrer (Castellón)
El arte mariano, especialmente
durante el Renacimiento y el Barroco, reforzó esta imagen al plasmar a María
como la Reina de los Cielos, rodeada de un círculo de estrellas
resplandecientes. Este simbolismo de las estrellas y su relación con la
protección, la guía divina y la esperanza, penetró profundamente en la cultura
europea.

Inmaculada Concepción (1618), de Diego Velázquez (National Gallery de Londres)

Inmaculada Concepción (1629), de Zurbarán; (Museo del Prado de Madrid)
Por otra parte, la bandera parece
tener cierta relación con otra advocación mariana: la Virgen Milagrosa. Santa
Catalina Labouré, religiosa vicentina, vio el 27 de noviembre de 1830 a la
Virgen María en la parisina iglesia de La Rue du Bac. En dicha aparición, la
Virgen vestía de blanco y también la acompañaban esas 12 estrellas que aparecen
en la Medalla Milagrosa y en la bandera europea.
Las apariciones de La Virgen
Milagrosa, y la de Lourdes -ésta en 1858-, son devociones marianas que
influyeron en la difusión por toda Europa del dogma de la Inmaculada Concepción
(proclamado en 1854).
Casualmente, se aprobó la
bandera europea el mismo día de la Inmaculada: el 8 de diciembre de 1955.
La influencia en la creación de la bandera
La conexión con la iconografía
mariana ha sido objeto de debate, pero no puede ignorarse el contexto cultural
y religioso de Europa en el momento en que se diseñó la bandera en 1955. Uno
de sus creadores, Arsène Heitz, era un ferviente católico, y más tarde
reconoció que se inspiró en la iconografía de María. Además, el momento
coincidió con la proclamación del Dogma de la Asunción (1950), que reforzó la
centralidad de María en el catolicismo.
El francés Jean Baptiste
Nicolás, uno de los “padres de Europa”, -que actualmente se encuentra
en proceso de beatificación-, participó en la creación de las comunidades
europeas, defendiendo la advocación mariana y el significado
cristiano de la bandera europea.
Aunque el Consejo de Europa no
atribuyó un significado religioso explícito a las doce estrellas de la bandera,
el simbolismo de perfección y unidad, así como la idea de protección y
esperanza, coinciden con el legado asociado a María en la tradición cristiana.
El vínculo cultural con Europa
Más allá de su contexto
religioso, la figura de la Virgen María ha sido un nexo cultural unificador en
Europa durante siglos. Desde catedrales dedicadas a ella, como Notre Dame en
París, hasta numerosas festividades regionales en su honor, María representa un
símbolo de unión espiritual y cultural que trasciende fronteras y generaciones.
En este sentido, las doce
estrellas de la bandera pueden interpretarse no solo como un homenaje indirecto
a esta rica herencia cultural, sino también como un símbolo de los ideales que
Europa aspira a encarnar: unidad, esperanza y solidaridad.
La bandera de Europa, con su
distintivo fondo azul y las doce estrellas doradas en círculo, es un símbolo
poderoso que representa la unidad y la identidad europea. Adoptada oficialmente
por el Consejo de Europa en 1955, esta bandera ha llegado a ser un emblema no
solo del Consejo, sino también de la Unión Europea (UE) y de los valores que
ambas instituciones promueven.
Diseño y Significado de las Estrellas
El diseño de la bandera se
inspira en la herencia cultural y política de Europa. Las doce estrellas no
representan a los países miembros, sino que simbolizan la perfección, la
plenitud y la armonía. El número doce -de hecho, en el momento de su adopción,
el Consejo de Europa contaba con menos de 12 miembros- ha sido históricamente
asociado con conceptos de totalidad y completitud; por ejemplo, hay doce meses
en un año y doce signos del zodiaco. Esta elección subraya la idea de que
Europa es un continente diverso pero unido.
Las estrellas están dispuestas en un círculo, lo que refuerza el mensaje de unidad entre las naciones europeas. Este círculo también puede interpretarse como un símbolo de igualdad, donde cada estrella tiene el mismo tamaño y valor, representando así a todos los estados miembros sin jerarquías. La disposición circular sugiere además continuidad y eternidad, reflejando el deseo de paz y cooperación duradera entre los pueblos europeos.
Estos dos párrafos anteriores en cursiva sintetizan “lo más divulgado” al respecto del número de estrellas y al porqué de su número, doce.
Sin embargo, existe otra
interpretación, más simple y de profunda raigambre histórica. Y puede encontrarse
reflejada en la primera frase “El diseño de la bandera se inspira en la
herencia cultural de Europa”.
Aunque la bandera no tiene connotaciones religiosas oficiales, muchos estudiosos interpretan que las doce estrellas están influenciadas por la iconografía mariana, como la corona de estrellas que rodea a la Virgen María en muchas representaciones artísticas. Este detalle puede haber tenido un impacto en el diseño, dado que muchos de los creadores originales eran conscientes de estas tradiciones culturales. No hay que olvidar, tampoco, que el 12, también es un número con pleno sentido religioso: 12 tribus de Israel, o los 12 apóstoles de Jesús….
La relación entre la iconografía
mariana y las doce estrellas de la bandera de Europa es un tema fascinante que
mezcla tradición religiosa, cultura artística e historia europea.
La corona de doce estrellas en el arte mariano
En la iconografía cristiana, la
imagen de la Virgen María a menudo incluye una corona de doce estrellas, un
elemento basado en un pasaje bíblico del Apocalipsis (12:1): “Apareció en el
cielo una gran señal: una mujer vestida del sol, con la luna bajo sus pies, y
en su cabeza una corona de doce estrellas”. Esta representación se ha
interpretado a lo largo de los siglos como un símbolo de pureza, perfección y
majestad divina, atributos asociados con María.
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María (1535); Iglesia de San Miguel Arcángel de Sot de Ferrer (Castellón) |
El arte mariano, especialmente durante el Renacimiento y el Barroco, reforzó esta imagen al plasmar a María como la Reina de los Cielos, rodeada de un círculo de estrellas resplandecientes. Este simbolismo de las estrellas y su relación con la protección, la guía divina y la esperanza, penetró profundamente en la cultura europea.
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Inmaculada Concepción (1618), de Diego Velázquez (National Gallery de Londres) |
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Inmaculada Concepción (1629), de Zurbarán; (Museo del Prado de Madrid) |
Por otra parte, la bandera parece tener cierta relación con otra advocación mariana: la Virgen Milagrosa. Santa Catalina Labouré, religiosa vicentina, vio el 27 de noviembre de 1830 a la Virgen María en la parisina iglesia de La Rue du Bac. En dicha aparición, la Virgen vestía de blanco y también la acompañaban esas 12 estrellas que aparecen en la Medalla Milagrosa y en la bandera europea.
Las apariciones de La Virgen Milagrosa, y la de Lourdes -ésta en 1858-, son devociones marianas que influyeron en la difusión por toda Europa del dogma de la Inmaculada Concepción (proclamado en 1854).
Casualmente, se aprobó la bandera europea el mismo día de la Inmaculada: el 8 de diciembre de 1955.
La influencia en la creación de la bandera
La conexión con la iconografía
mariana ha sido objeto de debate, pero no puede ignorarse el contexto cultural
y religioso de Europa en el momento en que se diseñó la bandera en 1955. Uno
de sus creadores, Arsène Heitz, era un ferviente católico, y más tarde
reconoció que se inspiró en la iconografía de María. Además, el momento
coincidió con la proclamación del Dogma de la Asunción (1950), que reforzó la
centralidad de María en el catolicismo.
El francés Jean Baptiste Nicolás, uno de los “padres de Europa”, -que actualmente se encuentra en proceso de beatificación-, participó en la creación de las comunidades europeas, defendiendo la advocación mariana y el significado cristiano de la bandera europea.
Aunque el Consejo de Europa no atribuyó un significado religioso explícito a las doce estrellas de la bandera, el simbolismo de perfección y unidad, así como la idea de protección y esperanza, coinciden con el legado asociado a María en la tradición cristiana.
El vínculo cultural con Europa
Más allá de su contexto
religioso, la figura de la Virgen María ha sido un nexo cultural unificador en
Europa durante siglos. Desde catedrales dedicadas a ella, como Notre Dame en
París, hasta numerosas festividades regionales en su honor, María representa un
símbolo de unión espiritual y cultural que trasciende fronteras y generaciones.
En este sentido, las doce estrellas de la bandera pueden interpretarse no solo como un homenaje indirecto a esta rica herencia cultural, sino también como un símbolo de los ideales que Europa aspira a encarnar: unidad, esperanza y solidaridad.
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